Andando entre tes y libros de conversaciones ahogadas por el tiempo, veo la luz del camino en boca de un amigo. Retomo los retos aparcados por las apuestas, perdí en unas, gané en otras y me quedé a la par. Varios viajes a mi espalda, y el alma me repite el sobrealimento que le he dado. Corro por las mañanas y veo como los problemas se van alejando, pero si me aturo escucho su jadeo acercándose por detrás. Paso a paso marco el camino, que otros ya han recorrido, pero aunque quiera atajar siempre encuentro rocas que me bloquean las alternativas. Rodeo y vuelta a empezar, para acabar en la tetería rumiando los proyectos como las hiervas reposadas que me afrutan la boca haciendo en el paladeo del recuerdo siempre sea mejor.
Pensamientos plasmados. Solo quiero dar que pensar.