Los malos entendidos siguen apareciendo, entre amigos, dicen. Los nocivos modos, duelen. Más que piedras y palos, mi alma se ha llenado de escupiduras, de palabras necias y no han habido oídos sordos. Viene de tiempo, ajenos estos últimos, se repite la historia. Y el pez que se muerde la cola, empieza a vomitar. Se alejan de ellos mismos y te preguntan si te pasa algo. Vuestra ceguera es lo que me preocupa. La penumbra en la que vivís. Reposo, pienso y me como por dentro. Reposo, pienso y observo. Reposo, pienso y me río de mí. Reposo, pienso ...
Pensamientos plasmados. Solo quiero dar que pensar.