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Mostrando entradas de junio, 2008

El mar que entra

Constante hablando de él, siempre, aunque no quiera, se va internando en mi ser. Me cuentas historias lejanas, ajenas a mi vida que van formando parte de mi. Refrescante cada ola, y el viento que no cesa y tu, narrando los viajes que no fueron, no son, ni seran. Cantas canciones, escribes poemas, pintas los cuadros de sueños, ves mi vida a tu manera. Amigo y bandera, corazón, As de picas y como siempre, jamás.

Amigo mio.

No se como pedir , de corazón te lo digo, que me ayudes. No puedo ir solo en este tortuoso camino, si bien tu ayer pedías aplausos, yo hoy pido empujones. No es devolución, yo te lo di es tuyo, quisiera tu atención. Si para tener tu amistad tengo que mendigar, parto y dejo tranquila esta farsa. No río, no lloro, no odio, no veo lo que es evidente, no hablo entre dientes y no voy a vivir en paz. Solo tenderé una mano, esta vez en busca de consuelo, si bien no encuentro tu aliento, marcharé a otro lugar.