He roto con estereotipos y me intento amoldar al momento.
Pero vuelvo a fallar y no llego a las expectativas.
Lagrimeo por dentro, dientes por fuera.
Volveré al terreno a demostrar lo que valgo,
una y otra vez.
Solo se conseguirá siendo niño otra vez,
ya que por mucho patalear y no ver la viga del ojo,
sin perseverancia la guerra está perdida.
Me armaré de paciencia,
pondré el corazón,
y reiré en el momento de la tempestad.
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