En situaciones extrañas nos desenvolvemos como si fuera lo mas normal del mundo. A treinta metros del suelo, colgado en una cornisa natural, intenté subir un techo en un monte. Bien amarrado, y teniendo la seguridad de que mi compañero me aferraba con la cuerda de seguridad, continué con el intento de tocar la cima. No soy un gran escalador, pero si que me gusta, de cuando en cuando, trepar por las paredes para recordar que estoy vivo. .-Hola Miguel- me dijo una voz al lado mío. Me giré sorprendido, porque lo que menos me esperaba era encontrar a nadie allí, y me encontré con un antiguo compañero de instituto que no veía desde hace años. .-Hola Cesar- la respuesta más común en estos casos. .-¿Que haces?- preguntas normales, después de cinco años, como si me lo hubiera encontrado en mitad de un paseo. .-Voy a por tabaco, espero que no me hallan cerrado el estanco que han abierto arriba.- no te jode, aun esperará que me suelte para darle un abrazo. Se quedo mirando como si...
Pensamientos plasmados. Solo quiero dar que pensar.